Sumergirse en la naturaleza es abrazar lo impredecible, lo único y lo irremplazable. Cada encuentro entre sus maravillas es un regalo que se aprecia y admira sin reservas.
El avistamiento de ballenas es una experiencia indescriptible. Contemplar a estos gigantes del mar revela la grandeza de la naturaleza. Observar su noble entrega hacia sus crías y sumergirse en su mundo transmite una paz inigualable, revelando la importancia de su presencia aquí. Cada encuentro con ellas es como aguardar un regalo, sin importar cuántas veces las haya visto.
Imagen 1. Lomo ballena jorobada
Viajando 8.000 kilómetros desde el polo sur, enfrentando depredadores, evitando la caza ilegal y sorteando barcos cargueros, las ballenas llegan al Pacífico colombiano, ecuatoriano, peruano y panameño. Escogen la calidez de estas aguas para sus rituales de cortejo, apareamiento y reproducción. La supervivencia de su especie depende de estos santuarios naturales.
Al llegar a esta región para dar a luz, dejan de alimentarse. Amamantar a sus crías les hace perder hasta 20 toneladas de las 45 que pueden pesar. La tarea de la madre va más allá de nutrir; enseña a sobrevivir, a usar la cola para defenderse de los depredadores y a fortalecerse con sus saltos. Únicamente alimenta a sus crías con leche materna para prepararlas para su primer viaje al polo sur.
Imagen 2. Cola ballena jorobada
La ballena siempre acompaña a su cría, aunque solo suba a respirar cada 30 minutos. Bajo el agua, la madre sostiene al ballenato con su joroba, enseñándole a mantener el equilibrio mientras nada. Desde la superficie, se puede apreciar cómo el ballenato explora su cuerpo y entorno, mientras su madre vela por él.
¿Cómo se realiza un avistamiento de ballenas?
La experiencia depende de cada miembro de la lancha. Cada uno vigila un lado y, al detectar el primer soplo, nos dirigimos hacia él. Un soplo se identifica por una altura de aproximadamente 3 metros y un sonido fugaz pero poderoso.
La decisión de seguir a un grupo de ballenas depende de su actitud. Algunas muestran calma y ofrecen un espectáculo, mientras otras avanzan rápidamente. Siempre elegimos las que se ven tranquilas, manteniendo los motores de la embarcación encendidos para que la ballena no se sienta amenazada.
A pesar de respetar la distancia establecida por los parques naturales de 200 metros, el ballenato, muy curioso, a veces se acerca a la embarcación para explorar algo nuevo.
Imagen 3. Aleta dorsal ballena adulta y aleta caudal de ballenato
¿Por qué se ven en el Pacífico Colombiano?
Según los registros de Parques Nacionales Naturales y Conservación Colombia, entre 474 y 1.167 ballenas visitan el área protegida de Uramba Bahía Málaga, con entre 90 y 327 nacimientos por temporada. La bahía ofrece las condiciones tranquilas ideales para su reproducción, siendo el lugar donde nacen y crían a sus ballenatos.
El avistamiento es posible debido al desarrollo pulmonar de las ballenas. De lo contrario, sería difícil detectar sus soplidos cada 30 minutos en la superficie.
Aunque las ballenas no son monógamas, eligen con quién reproducirse. El ritual de apareamiento involucra a machos que cortejan a las hembras con sus cantos. Finalmente, la hembra elige su pareja y ambos nadan hacia la bahía para engendrar a su ballenato, que nacerá un año después en la misma costa donde fue concebido.
He tenido el privilegio de presenciar estos avistamientos durante 7 temporadas de ballenas y aún no me canso. Cada encuentro es un regalo que las ballenas ofrecen. Tu actitud y respeto hacia la naturaleza determinan la recompensa que recibes. Es una manera de apreciar los pequeños detalles que la vida ofrece, nutriendo el alma y abriéndote a experiencias aún más maravillosas.
Imagen 4. Salto ballena jorobada adulta
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